Al sur de Siria, en la ciudad de Bosra, antigua capital de la provincia romana de Arabia, se encuentra uno de los teatros mejor conservados del mundo romano, fue construido en el siglo II d.C. y aparte de su excelente estado de conservación gracias a una fortaleza construida con posterioridad por los musulmanes, es uno de los teatros con más capacidad, ya que llegaba a albergar en su interior a 15.000 personas. Desde el año 2013 está en la lista de Patrimonio de la Humanidad en peligro de la UNESCO, al igual que el resto de maravillas que esconde Siria, la cuál aún sigue siendo desangrada por la guerra.