Vamos a hacer justicia con un monumento siempre a la sombra de los grandes teatros romanos, se trata del Odeón.

El Odeón era un edificio similar al teatro en cuanto a finalidad pero con unas características que lo hacían totalmente diferente. Tiene su origen en la Antigua Grecia y fueron adoptados por los romanos. El Odeón estaba destinado principalmente a competiciones de canto, poesía y de vez en cuando también a obras de teatro y reuniones políticas. Su capacidad es muy reducida, los había de poco más de 200 espectadores lo que hacía de ellos espacios exclusivos, tenían la misma estructura principal que un teatro como la Escena, la Orquesta y la Cavea y el edificio solía ser semicircular o en ocasiones rectangular. La característica principal es que eran edificios total o parcialmente techados para conseguir una reverberación en las voces que no era necesaria en los teatros. Los restos más antiguos de un odeón proceden de Grecia y datan del siglo VII a. C.

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